Calentar una sartén refractaria pequeña (aprox. 20-25 cm) a fuego alto, añadir el azúcar y dejar que se derrita inclinando la sartén. Tan pronto como el azúcar esté burbujeando, gire la sartén a fuego medio hasta que el azúcar se dore en los bordes. Sigue girando la sartén y vuelve al fuego hasta que se alcance un color dorado oscuro, luego baja el fuego y agrega la mantequilla. Revuelva hasta que esté mezclado, luego agregue el jengibre, el cardamomo y las semillas de vainilla y revuelva. Apaga el fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco. Descongela la hoja de hojaldre.
Tarta Tatin con manzana y especias de ruibarbo y crema de jengibre